Un argumento es un razonamiento que se emplea para demostrar o probar que lo que se dice o afirma es cierto, o para convencer al otro de algo que aseveramos o negamos. La palabra, como tal, proviene del latín argumentum.
En este sentido, el argumento siempre busca persuadir a la otra persona sobre la veracidad de lo que decimos. Por esta razón, para que sea convincente, debemos procurar que nuestro argumento sea coherente, sólido y sin contradicciones que puedan afectar su credibilidad. De allí que se diga que un buen argumento debe estar siempre blindado, es decir, sin puntos débiles, para enfrentar réplicas y refutaciones.
Por otro lado, como argumento también se designa, en el ámbito de la literatura, el teatro y la cinematografía, el conjunto de situaciones, hechos, acciones o episodios que tienen lugar en el transcurso de una narración, ya sea literaria, dramática o fílmica. En este sentido, por extensión, se puede también denominar como argumento el resumen de una obra literaria o de una película.
Argumento de autoridad
Como argumento de autoridad se denomina aquel que respalda sus razones en el prestigio o el crédito de otra persona, considerada una autoridad en la materia. En este sentido, el argumento se vale de sus palabras y es utilizado prescindiendo de recurrir a otros hechos o razones que lo sustenten.
Argumento lógico
Según la Lógica, como argumento se denomina el conjunto de premisas a las cuales sigue una conclusión. En este sentido, la conclusión vendría a ser la consecuencia lógica de las premisas, y solo cuando se presente de este modo será sólido y válido y, en efecto, convincente, persuasivo.
Argumento deductivo
Un argumento deductivo es aquel que tiene una estructura lógica donde, seguidamente de unas premisas verdaderas, se obtiene como resultado una conclusión también cierta. Como tal, el argumento deductivo va de un razonamiento general hacia uno particular. Un ejemplo de argumento deductivo sería el siguiente: “Todos los hombres son mortales. Juan es un hombre. Por lo tanto, Juan es mortal”.
Argumento inductivo
El argumento inductivo es aquel donde no necesariamente unas premisas verdaderas conducen a una conclusión válida. A diferencia del razonamiento deductivo, no hay como tal un acuerdo sobre cuándo considerar un argumento como válido, pues el argumento inductivo no generaliza la conclusión que se obtiene a partir de sus premisas. En este sentido, el argumento inductivo, a diferencia del deductivo, va de lo particular a lo general. Un ejemplo de razonamiento inductivo errado sería el siguiente: “El carro de Raquel es azul, el carro de Luis es azul; por lo tanto, todos los carros son azules”.
Fuente: https://www.significados.com/argumento/
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