1. Realizar una primera lectura exploratoria o global para anticipar o predecir el propósito para el cual fue escrito y anticipar también su contenido. Esto implica:
a) Leer el titulo y subtitulo, anotarlo, leerlos en forma conjunta y buscar una lógica.
b) Leer el primer párrafo y el ultimo. Subrayar lo considerado esencial.
c) Mirar los gráficos e imágenes, así como sus títulos y notas.
2. Completar la lectura exploratoria con una lectura más detallada de cada párrafo, se pueden separar con llaves para su mejor identificación. Buscar el significado de las palabras desconocidas.
3.Subrayar la información que se retoma párrafo a párrafo, puesto que constituye la información más importante, llamada también frase temática, esto permite reconocer el tema del texto. Para reconocer acertadamente la frase temática de cada párrafo se debe tener en cuenta que la información pueden reiterada con la misma palabra, bajo la forma de un sinónimo.
4. Colocar entre paréntesis en cada párrafo, la información que puede omitirse por ser accesoria.
5. Titular cada párrafo con oraciones clarar y precisas, que reflejen la información subrayada en la frase temática.
6. Relacionar los títulos de todos los párrafos y escribir a partir de la expansión de ellos, utilizando conectores, el tema o macro estructura del texto.
7. Identificar la macro estructura, la micro estructura y la super estructura, identificar conocimientos abstractos que pudieran ser usados en el futuro.
fuente:lilloredonet.googlepages.com
fuente:lilloredonet.googlepages.com
Celularitis
Ya lo había dicho yo: mucho cuidadito con los tales celulares, que taran a la gente, la idiotizan y podrían causar algún desastre. (Y hace unas semanas, paf: ocurrió la tragedia de Galicia, España. El maquinista de un tren de alta velocidad se puso a hablar por el celular cuando iba a 200 kilómetros por hora, se distrajo y no tuvo tiempo de frenar en una curva que debía haber tomado a 80. Resultado: 79 muertos y más de cien heridos.)
No crean que soy de esos dinosaurios que rechazan toda tecnología nueva y quieren seguir escribiendo a mano y oyendo discos de 78 rpm. Si no fuera por los maravillosos inventos electrónicos de los últimos veinte años no podría trabajar cómodamente en calzoncillos en mi casa vía internet mientras oigo música por el i-Pod, como lo estoy haciendo ahora.
El problema es que los clientes de los nuevos aparatos los han convertido en extensiones de su cuerpo sin las cuales no pueden vivir, dormir, caminar, ni comer. La celulitis es una enfermedad cruel, pero es más grave la celularitis. No exagero. Las reuniones de familia son ahora asambleas de parientes que fingen disfrutar juntos pero en realidad solo comparten un espacio, porque de resto cada uno está conectado a su celular, su i-Phone o su tableta.
La palabra clave del mal es “conectado”. Tengo un hijo tocayo –cuyo nombre me reservo— que está permanentemente conectado a Twitter: manda y lee trinos a toda hora. Trina hasta en la letrina. En el comedor, cuando uno cree que sonríe porque le gusta la sopa, en realidad lo hace porque acaba de leer un trino divertido en el chéchere que sostiene a escondidas de los demás. Y luego nota uno que sus manos se mueven como si padeciera tembladera y alterna la mirada entre la familia y el teclado. En ese momento podrían ponerle en el plato una serpiente cascabel viva y no se daría cuenta.
Pero tampoco lo notarían sus hermanas ni sus sobrinos, porque todos ellos viven entregados a sus propias conexiones –que parecen alias de mafiosos: el Guasapo, el Chato, el Escái, el Carelibro– mientras disimulan malamente su escasa participación en el almuerzo. Más de una vez he enviado a mi mujer desde mi puesto en la mesa un SMS para hacerle caer en cuenta de que nadie le presta atención a nadie. Pero no me responde, porque ella también está tuiteando.
No faltan los irresponsables que toman fotos de veladas familiares y las cuelgan en Facebook. La famosa imagen que tanto ha circulado por internet en la que aparezco saliendo de la ducha ataviado solo con un gorro de baño rosado fue uno de esos casos. Mi nieta la colgó con el mayor cariño, pero me dejó ridiculísimo. Literalmente.
Vuelvo al celular, que es lo que más me inquieta. Después del horrible accidente en Galicia, la televisión divulgó videos grabados clandestinamente en las cabinas de mando de trenes argentinos. En ellos se veía a los maquinistas en trance de dormir, de leer y, lo peor de todo, de charlar por celular. Ni siquiera miraban el tablero de controles. Mientras tanto, pasaban a mil por las ventanillas casas, árboles, puentes, postes y avisos que ordenaban reducir la velocidad.
No recuerdo las cifras, pero las autoridades de tránsito afirman que es altísimo el porcentaje de accidentes debidos a la mezcla letal de timón y celular. Si a ella agregamos el ingrediente alcohol, el estrellón es seguro. Raro es, sin embargo, ver conductores que no estén hablando, peleando, riendo o enamorando por el celular mientras manejan. Está totalmente prohibido, pero los policías de tráfico nunca lo sancionan. Claro: ellos no los ven, porque también se la pasan hablando por el celular.
Lo peor es la calle. Antes, cuando uno veía que un tipo caminaba por la acera haciendo eses, era porque se trataba de un borracho. Ahora todos los peatones se comportan como los carritos locos del parque de diversiones: paran de repente, giran sin avisar, se atraviesan, frenan, dan la vuelta, aceleran, todo al ritmo de la conversación que les marque en el móvil. El celular tara. Por eso sus usuarios pasan la calle sin mirar si hay peligro, hablan a gritos en el bus, susurran fastidiosamente en plena película creyendo que nadie los oye, forman un guirigay en los restaurantes y ni siquiera se abstienen de usarlo en el ascensor. Voy más lejos: yo he oído sonidos provenientes de los cubículos del baño de señores en los aeropuertos, y no eran lo que ustedes imaginan, sino peor: eran celulares.
Ni qué decir de los que llevan conectado un audífono a la oreja y un microfóno diminuto y van charlando por la calle como si fueran locos o monológamos.
Queridos lectores: por lo que más quieran, recuperen la normalidad, tiren a la caneca el celular, záfense de la esclavitud de los aparatos electrónicos, vuelvan a ser libres, gocen la vida…
Enviado desde mi i-Phone.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13006967
APLICACIÓN DE LAS PAUTAS
1. a) Identificamos el título, no tiene subtítulos
b) Leimos primer párrafo y el ultimo subrayamos lo más importante.
c) No tiene imágenes ni gráficos.
2. Palabras desconocidas
- Ataviado:hace referencia a la acción de engalanar, decorar, disponer o acicalar.
-Guirigay:Ruido confuso de voces y gritos.
3.Se subraya en cada párrafo la información más relevante
Párrafo 3: Enfermedad tecnologica
Párrafo 4:. Critica costructiva
Párrafo 5: Conectado
Párrafo 6: Irresponsabilidad
Párrafo 7:Atención
Párrafo 8: Información
Párrafo 9: Distracción
Párrafo 10: Egocentrismo
Párrafo 11: Consejo
6. RESUMEN
b) Leimos primer párrafo y el ultimo subrayamos lo más importante.
c) No tiene imágenes ni gráficos.
2. Palabras desconocidas
- Ataviado:hace referencia a la acción de engalanar, decorar, disponer o acicalar.
-Guirigay:Ruido confuso de voces y gritos.
3.Se subraya en cada párrafo la información más relevante
4. Se
encerró entre paréntesis la información que es accesoria
5.Párrafo 1: Advertencia
Párrafo 2: Critica de globalizaciónPárrafo 3: Enfermedad tecnologica
Párrafo 4:. Critica costructiva
Párrafo 5: Conectado
Párrafo 6: Irresponsabilidad
Párrafo 7:Atención
Párrafo 8: Información
Párrafo 9: Distracción
Párrafo 10: Egocentrismo
Párrafo 11: Consejo
6. RESUMEN
En primer
lugar se hablara de la advertencia sobre el cuidado de los tales celulares que
taran a la gente la idiotizan el cual podría causar algún desastre .
Además
nos da una critica del globalización de los maravillosos inventos
electrónicos de los últimos veinte años al mimo tiempo trae
como consecuencia una enfermedad tecnológica. Por otra parte la atención era
inminente porque ellos se verán como maquinistas en trance de dormir, de
leer, lo peor de todo de charlar por celular, nisiquiera miraban el
tablero de controles.
Por
consiguiente de lo informativo para las autoridades de transito afirma que era
altísimo el porcentaje de accidentes debido a la mezcla del timón y el
celular en conclusión la distracción, la falta de atención nos pueden poner en
peligro y el consejo de este tema es recuperar la normalidad de nuestra visa
social en cuanto al tema celularitis.
7. Macro
estructura: El mal uso de la tecnología
Super
estructura:
1. Título:
Celularitis
2. Subtítulos:
ninguno
3.Cantidad
de párrafos:11
4.Intención
comunicativa: concientizar a las personas sobre el mal uso que le estamos dando
a las herramientas de comunicación.
Micro estructura:
- Cuidado con los celulares
-La celularitis es una enfermedad
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